Durante mucho tiempo, mas de la mitad de mi vida, me dio mucha bronca que me preguntaran. ¿Vos qué querés? ¿Qué te gusta? ¿A dónde querés ir?
En ese momento solo sentía bronca, no me resultaba raro ni me ponía a pesar que había más allá.
Hoy leyendo sobre gestión del tiempo y esencialismo me cayo la ficha de que por más que nos pasen miles de herramientas, si no nos conocemos, ninguna de estas cosas nos va a servir.
Entonces decidí profundizar sobre mi modelo mental de aquella época con mi capacidad de análisis de hoy y llegue a esta idea que hoy les quiero compartir.
Muchos de nosotros crecimos en familias que tenían muy claro lo que estaba bien, lo que estaba mal y cómo debía vivirse la vida. Eso nos dio seguridad y nos permitió en muchos casos, tener logros. Quizás no muy conectados con quien realmente somos pero logros al fin. Cuando digo somos es un somos profundo, un somos no de la personalidad sino de la esencia.
En ese estado quizás, no tuvimos la pulsión o necesidad de hacernos preguntas sobre quien soy, que quiero, que me gusta y mucho menos cual es mi propósito, mi misión en la vida, mis valores (no de la familia, no de la sociedad, los míos)
¿Y eso en qué impacta?…. Impacta en mi capacidad de tomar decisiones … la opciones son miles y no tengo idea como filtrarlas si no me conozco.
En mi caso, lo único que tenia claro era que quería ser buena hija, aceptada, que me quisieran y por eso, la estrategia menos jugada era dejar que otro tome la decisión por mí. No había nada que me diera las fuerzas y no tenia motivos suficientes para intentar sugerir y menos imponer mi idea. Directamente no generaba ninguna, me dejaba llevar.
Esto inicialmente se sentía cómodo, poco jugado, no generaba conflictos. Aparentemente todo perfecto pero con el tiempo me di cuenta de que el precio a pagar es altísimo.
El precio es tu vida. El precio es sentirte una marioneta de todos. El precio es una tristeza profunda y un desmoronamiento de tu amor propio.
Sentir que no tenés el timón de tu vida es doloroso aunque también lo es tomar decisiones porque siempre implica que algunas de las opciones van a quedar afuera, implica hacernos cargo de aquello que decidimos y sus consecuencias. Implica también aceptar una pérdida.
Porque en cada decisión que tomo y en cada acción que hago, me constituyo.
Los seres humanos somos los únicos seres vivos que tenemos la capacidad de decidir y por las decisiones que tomamos o que no tomamos - (que con mirada protagonista sería la decisión de no decidir) tenemos hoy la vida y el mundo que tenemos.
Es por eso que, si realmente queremos tener un mundo mejor, necesitamos que todos podamos conocernos, sepamos que nuestras decisiones tienen consecuencias sobre nuestra vida y la de otros y desde ahí, podamos tomar decisiones conscientes.
Tu vida es tuya, nadie sabe mejor que vos que te hace vibrar, que enciende tu alma, cuales son tus dones y donde podés aportarlos. Esa respuesta solo la vas a encontrar dentro tuyo.
Una manera de darnos cuenta de donde estamos parados en este tema es a través del lenguaje… si te encontrás muchas veces diciendo cosas como …. Uno siente que… Hay que hacer tal cosa… Se debe …. , muy probablemente estes en un estado en el que no sientas nada propio y eso también lleva a no hacerse cargo. Y es lógico porque no puedo hacerme cargo de algo que YO no elijo.
La pregunta sería… ¿Cuándo doy mi opinión, hay un sujeto especificado en mis oraciones? ¿Empiezo con "Yo pienso" o con "Uno piensa" o "hay que pensar"?
Si bien hay cosas que debemos acatar para vivir en sociedad, también hay otras que deberían ser propias para diferenciarnos de la masa y para poder vivir libremente y disfrutar de quién verdaderamente somos.
El modo de vida de hoy, sin embargo, nos genera mucha distracción, superficialidad y desconexión con nosotros mismos. Nos mareamos por la gran cantidad de información y estímulos que recibimos día a día y caemos en el sueño eterno de la matrix.
La gran decisión que podemos tomar es desconectarnos de todo eso para poder conectar verdaderamente con lo que tiene que ver con quién somos realmente, con quién queremos ser.
En ese camino nos vamos a encontrar con otros que decidieron desconectarse, que están como nosotros en el camino aprendiendo y cada uno tiene algo para enseñarnos que nos va a permitir profundizar más en el autoconocimiento.
Yo estoy convencida de que todos vinimos con una misión más grande que nosotros mismos y esa misión va a estar golpeándote la puerta de miles de formas hasta que decidas escucharte.
Seguramente haya leído o escuchado por ahí que la respuesta esta en vos, en tu interior, en tu corazón.
Y una vez que decidís empezar a escucharte y conocerte cualquier experiencia sirve.
Por ej: hoy corriendo me di cuenta de que funciona y no para mí en un aspecto de mi vida.
Si corro poniendo la mirada a pocos metros de mis pies, disfrutando de las sensaciones que voy teniendo por lo que captan mis sentidos, podría estar corriendo muchas horas.
En cambio si miro el horizonte o todo lo que me falta, me empiezo a quedar sin fuerzas, me aburro y mi mente empieza a generar pensamientos que no solo no me ayudan sino que también me desconecta completamente del disfrute la experiencia casi al punto de sentir que mi cuerpo esta ahí pero el resto de mi en otra parte.
Otra cosa que note es que corro tranquila hasta que siento que otro corredor se me acerca, eso me incomoda y me hace acelerar. Uno podría decir… que bueno… te motiva a correr más rápido a ser mejor … puede ser pero… también me hace ver mi ego, y mi parte competitiva que me hace salirme de mi foco y en vez de reconocer mis capacidades, mi esfuerzo, mi voluntad y logros me hace posar la mirada en el otro y no querer que me pase porque eso me haría sentir mal/lenta? ¿Qué es eso? No me gusta como se siente, como se escucha, no me gusta… Y gracias a que estoy abierta a observarme a conectarme con mis emociones lo puede notar con mucha claridad y me puedo preguntar… ¿Qué es lo importante? ¿Quién quiero ser? ¿Dónde pongo la mirada?.
¿Se imaginan una sociedad donde todos nos conociéramos profundamente, tomáramos decisiones conscientes sabiendo el impacto que tiene sobre el Todo y nos agrupáramos con personas que tienen propósitos similares (que ahora conocemos) a accionar combinando nuestras fortalezas y trabajando juntos en nuestras debilidades (que también conocemos) para tener el la vida, el trabajo, el país, el continente, el mundo que queremos tener?
Wow!!!
Seguimos en contacto.
Gracias por leer hasta acá.
Abrazo
Romi
Romi: Me siento muy identificada con esto que contás de correr más rápido cuando sentís a otro corredor cerca. Es horrible que el ego se adueñe de nuestra voluntad y nos haga perder el foco, y sobretodo que nos saque del disfrute (!!), para entrar en modo miedo. Me da hasta un poco de bronca. Pero es como decís: nada mejor que observar esas emociones, reflexionar y reconectar con esos motivos GRANDES, más grandes que nosotrxs mismxs, que nos mueven a hacer las cosas desde el amor. Me encanta tu voz. Se siente cálida y liviana a la vez. Se te escucha genial. Te dejo un beso!